14 Y la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí, juntamente con la
fe y la caridad en Cristo Jesús.
15 Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación: Cristo
Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores; y el primero de ellos soy yo.
16 Y si encontré misericordia fue para que en mí primeramente
manifestase Jesucristo toda su paciencia y sirviera de ejemplo a los
que
habían de creer en él para obtener vida eterna.
17 Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y único, honor y
gloria por los siglos de los siglos. Amén.